La migración ha sido por largo tiempo un importante agente impulsor del desarrollo en todo el mundo, con millones de personas a la búsqueda de mejores oportunidades, seguridad, y estabilidad a través de las fronteras. Cada aspecto de la migración es influenciado por el género de una persona: desde la razón para migrar, la información recibida antes de la partida, y los viajes en los cuales se embarcará, hasta la integración en los países de destino y retorno, el trabajo ejecutado y el acceso a servicios.
Aun así, la gobernanza de la migración internacional ha ignorado las cuestiones de género en gran medida, y por consiguiente ha reproducido o reforzado las desigualdades de razas y género existentes, exponiendo a las mujeres y jóvenes a un riesgo mayor de discriminación y de violación de sus derechos humanos, incluyendo la violencia basada en género y la trata. Las mujeres, que representan un 48,1 % de los migrantes internacionales, posiblemente enfrenten más obstáculos referidos al género al momento de acceder a vías de migración seguras y regulares.
Por este motivo es que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y ONU Mujeres firmaron un Acuerdo de Cooperación Estratégica solidificando el compromiso unificado de las organizaciones en cuanto a avanzar con la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y jóvenes en contextos de migración y desplazamiento.
“Si bien las estadísticas mundiales sobre migración son cada vez más accesibles, a menudo fracasan en cuanto a capturar las dimensiones de género de la migración, incluyendo las experiencias específicas de las mujeres y las jóvenes”, sostuvo Catalina Devandas, Representante de la Oficina de Alianzas, Defensa y Comunicación de la Directora General de la OIM. “Esta alianza con ONU Mujeres procura fortalecer nuestra relación y garantizar los derechos de las mujeres y las jóvenes ocupando un lugar central en nuestra lista de tareas”.
Las mujeres son mayoría en los sectores informales y de bajos salarios, como los de trabajo doméstico, agricultura y servicios de cuidado, y posiblemente enfrentan condiciones laborales precarias y acceso limitado a protección social. Las mujeres migrantes enfrentan obstáculos adicionales cuando hablamos de la inclusión financiera. Muchas luchan para poder acceder a servicios bancarios, préstamos y herramientas financieras digitales debido a una combinación de restricciones legales, desafíos de movilidad, y discriminación basada en género. En tiempos de conflicto y de desplazamiento, las mujeres y las jóvenes se ven desproporcionadamente afectadas por la interrupción de los servicios, como los de educación y cuidados de la salud, que son cruciales para su bienestar y empoderamiento. Asimismo, las mujeres y jóvenes se ven desproporcionadamente afectadas por los desastres inducidos por el cambio climático.
“La renovada alianza entre ONU Mujeres y la OIM – sobre la base de la constante cooperación en varios países – contribuirá con la gobernanza de la migración sensible a las cuestiones de género, con la movilidad laboral, y con las respuestas humanitarias. Además, se podrá avanzar con nuestros compromisos conjuntos con el liderazgo de las mujeres y su protección en tiempos de crisis”, dijo la Directora Ejecutiva Adjunta de ONU Mujeres, Kirsi Madi.
Mientras el cambio climático se intensifica, se espera que la cantidad de mujeres y jóvenes desplazadas por factores ambientales aumente, exacerbando las desigualdades existentes. Aun así, las mujeres son poderosos agentes del cambio, impulsando el desarrollo en sus países de origen y en sus comunidades de acogida. Las remesas de las mujeres son frecuentemente invertidas en educación, cuidados de la salud e inversiones locales, jugando un rol crucial en la reducción de la pobreza y en el desarrollo comunitario.
Es por consiguiente imperativo que la gobernanza de la migración y las respuestas humanitarias adopten un enfoque sensible al género, uno que plasme las diversas experiencias de las mujeres y las jóvenes, como así también a las organizaciones que las representan. Esto implica el reconocimiento de su voluntad, capacidad de liderazgo y capacidad para impulsar cambios positivos. Invertir en igualdad de género en la migración no es solamente una cuestión de derechos humanos; se trata de un concepto básico para crear comunidades más sólidas y resilientes. Las respuestas humanitarias que centran el liderazgo de las mujeres y jóvenes aseguran resultados más equitativos. Las políticas deben priorizar vías de migración segura y regular, garantizar el acceso a trabajo digno y protección social y luchar contra la violencia basada en género y contra la trata.
Firmado en la oficina de la OIM en Ginebra, el nuevo acuerdo aporta políticas migratorias y respuestas humanitarias sensibles al género y mucho más sólidas; mejora la compilación de datos sobre género y el análisis para impulsar políticas y respuestas; y ayuda con la implementación de programas conjuntos en contextos humanitarios y de desarrollo. Por medio de sus alianzas la OIM y ONU Mujeres no solamente abordarán las necesidades inmediatas de los migrantes, mujeres internamente desplazadas y quienes se encuentran en las comunidades de acogida sino que también contribuirá con sus derechos y su empoderamiento como agentes del cambio.